martes, 24 de febrero de 2009

Corazón mecánico

Título: I’m a cyborg, but that’s ok (Saibogujiman Kwenchana)

Director: Chan-wook Park

Fecha de lanzamiento: 7 de diciembre 2006 (Corea del Sur)

Duración: 105 minutos.

Premios: Mejor guión en el Festival de Cine Fantástico de Sitges.

Reparto: Su-jeong Lim (como Cha Young-goon), Rain (como Park Il-sun), Hie-jin Choi, Byeong-ok Kim, Yong-nyeo Lee, Dal-su Oh, Ho-jeong Yu.


Young-goon está encerrada en un psiquiátrico porque cree que es un Cyborg. Se alimenta solo de pilas y se niega a ingerir comida porque cree que se estropeará. Pero todo comienza a cambiar cuando conoce a un curioso joven que se oculta constantemente tras una máscara.

Chan-wook Park, ganador del gran premio del jurado del Festival de Cannes de 2004 por su película Oldboy, sorprende abordando una temática totalmente diferente a su “trilogía de la venganza”. I’m a cyborg, but that’s ok recuerda por sus colores y su fantasía a la película Amélie (Jean-Pierre Jeunet, 2001) y a Alguien voló sobre el nido del cuco (Milos Forman, 1975) por los personajes y situaciones presentadas en el psiquiátrico.

I’m a cyborg, but that’s ok es una mezcla de fantasía, drama y comedia que en algunos instantes hace que te pongas en la piel de la joven Young-goon y sientas que el hecho de ser un Cyborg no resulta tan disparatado hoy en día, en un mundo en el que las máquinas nos rodean.

“Hora de meditar. Levanta y escucha el zumbido del frigorífico en medio de la noche. En una fría mañana de invierno siente el sonido de la caldera que lleva encendida toda la noche. Nos conmueven porque su existencia tiene un propósito. Piensa en el corazón de los faros, hermoso, puro y repleto de amor. Continuará.”

lunes, 23 de febrero de 2009

La noche de la alfombra roja


En España tenemos la alfombra verde, la de los Goya… esa que lleva una conocida marca de whisky impresa encima. En Estados Unidos tienen la alfombra roja, en la que la publicidad no está impresa, sino que camina sobre ella. Y esa alfombra roja se extendió la noche de ayer.

Los Premios de la Academia no siempre han tenido tanto glamour. Hubo un tiempo en el que la onda mediática de esta ceremonia se limitaba a un artículo de media columna en algunos diarios, en la que no se pasaba de las veinte líneas que informaban de los premios más importantes.

El 16 de mayo de 1929 se celebró la primera ceremonia de entrega de estos galardones en la que los nombres de los premiados se conocían ya desde el 18 de febrero de ese mismo año. Pero puesto que Hollywood es Hollywood, las cosas han cambiado mucho desde aquel entonces, y hoy en día casi nadie se queda sin su gran dosis informativa pre-durante-post Oscar.

En sus 81 años de vida la ceremonia ha dejado muchas anécdotas, curiosidades y sobre todo, recuentos. Entre ellos, el de la persona que más Oscar ha ganado en toda la historia del cine, que no ha sido otro que Walt Disney, con veintidós estatuillas. Las películas que han contado con más candidaturas son Titanic (James Cameron, 1997), Eva al desnudo (Joseph L. Mankiewicz, 1950) y ¿Quién teme a Virginia Woolf? (Mike Nichols, 1966), con catorce nominaciones cada una; la reciente El curioso caso de Benjamin Button (David Fincher, 2008) contaba con trece nominaciones pero solo ha conseguido tres estatuillas.

Una de las anécdotas más curiosas fue la que le sucedió al guionista Robert Towne. Estaba tan enfadado por las modificaciones en su guión para Greystoke: la leyenda de Tarzán,el rey de los monos (Hugh Hudson, 1984), que exigió la desaparición de su nombre en los créditos del film y su sustitución por el de P.H. Vazak. Este resultó nominado al Oscar al mejor guión, y el nombre, era el de su perro.

El buen juicio de la Academia a la hora de conceder los premios siempre ha estado en entre dicho. Prueba de ello ha sido que muchos de los directores calificados de genios del Séptimo Arte, como Ingmar Bergman, Alfred Hitchcock o Akira Kurosawa, nunca han ganado el premio al mejor director. Y una estrella de Hollywood como John Wayne solo fue nominado en dos ocasiones, consiguiendo la estatuilla por su papel en Valor de ley (Henry Hathaway, 1969) y haciendo famoso su comentario de “tuve que hacer de tuerto para que me dieran el Oscar”, refiriéndose irónicamente a la debilidad de la Academia por los personajes con alguna discapacidad física.

De Alas (Paramount Famous Lasky, 1928) a Slumdog Millionaire (Danny Boyle, 2008), 81 películas, 81 directores, 81 actores y 81 actrices que han recibido el reconocimiento de la Meca del cine. Y los que quedan.

miércoles, 18 de febrero de 2009

El futuro (o la ausencia de él) de la prensa escrita


Todavía quedan algunos pasos por dar antes de que Google “gobierne el mundo” y la prensa escrita desaparezca. Según el vídeo creado por Robin Sloan y Matt Thomson el fin del periodismo tal y como lo conocemos comienza en el año 2004, y el absoluto control de la “vida” por parte de Google llega a su punto álgido en 2015.

Nos encontramos en una etapa de crisis mundial, la cola del paro cada día aumenta su número, y por supuesto, los periodistas también entran en ella. Los periódicos han disminuido el número de sus páginas y las empresas de comunicación se enfrentan a un inminente recorte de plantilla. ¿Acelera está situación la desaparición de la prensa escrita? Muchas pueden ser y son las conjeturas sobre este hecho. Según el vídeo de Sloan y Thomson, la prensa en papel llegará a su fin; pero no falta quienes opinan que este fin no es más que una ficción.

Por mi parte, no creo en un fin total del periódico de papel de toda la vida, pero sí contemplo la posibilidad de que este medio quede relegado a una pequeña elite, como aventura el video de EPIC que sucederá con el diario “The New  York Times”.

Como he señalado al comienzo, todavía quedan algunos pasos por dar. Internet, hasta el momento, no está al alcance de todos. Ocurre lo siguiente: si quieres ver la televisión (simplifiquemos el proceso), te compras un televisor, lo enchufas y lo conectas a la antena; voilà. Una compra, y todo listo. Pero por ahora, Internet no posee este carácter gratuito.

Para tener Internet se necesita del aparato (ordenador, móvil, portátil, etc) y de una conexión. Conexión que se debe pagar mensualmente, por lo general. Si bien es cierto que la conexión WiFi cada vez funciona mejor, y que muchas son las empresas o instituciones que ofrecen la posibilidad de conectarse gratuitamente a su red WiFi. Pero todavía no son las suficientes como para que todo el mundo con un ordenador, desde su propia casa, pueda conectarse a la red sin necesidad de estar pagando una cantidad elevada al mes (la tarifa media por conexión mensual a Internet ronda los 25 euros).

La conclusión es que Internet no llega a todos y cada uno de los seres humanos que habitan este planeta. Y mientras esto siga así, la prensa escrita ocupará su lugar, allí donde los cables no pueden llegar.

*Imagen: Portada de la revista Reason. En el año 2004 envió un número personalizado a cada suscriptor con su nombre y la fotografía satélite de su casa o su lugar de trabajo.