martes, 12 de mayo de 2009

Woody Allen

No hay gafas de pasta tan conocidas como las de Woody Allen. El hombre que no puede escuchar a Wagner durante mucho tiempo seguido porque le entran ganas de invadir Polonia, cuenta con más de 30 películas como director a sus espaldas y con un nombre real poco conocido: Allan Stewart Konigsberg.

Maníaco de diálogos delirantes y frases célebres rodó su primera película (la primera completamente escrita, dirigida y en la que también actúa) con 33 años y la última con 73. Desde sus inicios ha estrenado, prácticamente, una película por año y ha levantado más de una polémica, la más sonada tras casarse con la hija adoptiva de su exmujer.

Tras el éxito obtenido con Vicky, Cristina y Barcelona estrena este año Whatever Works, rodada en su tan querida Manhattan. Para conocer un poco más a este genio del Séptimo Arte hemos seleccionado un extracto de una de las últimas entrevistas que ha dado. Disfrútenla.

Pregunta.- Spielberg siempre hace seis pases con sus películas. ¿Cuántos montajes hace usted?

Respuesta.- Creo que hago uno, y después se afina. No vuelvo a recortar toda la película. Puedo llegar a cambiar una escena, a acortarla, a quitar alguna escena y después volver a ponerla más adelante, pero básicamente el primer montaje de la película es la película.

P.- Seguramente sigue teniendo el mismo control sobre sus películas pero, ¿ahora siente más presiones para prestar atención a cosas como los extras del DVD?

R.- No, no siento ningún tipo de presión. Nadie lo sugiere siquiera. Yo hago la película y después la saco, y ellos la ponen en DVD. Invariablemente me preguntan: “¿Tiene algunas tomas descartadas? ¿Tiene algo que podamos ponerle encima?” Pero casi nunca tengo nada. Y no me gusta precisamente hacer comentarios sobre mis películas mientras alguien las está viendo.

P.- ¿Y en cuanto a material que a sus fans podría interesarles, como las escenas perdidas del corte de “Dos extraños amantes”, donde aparecía usted jugando al básquet contra los Knicks y otras escenas?

R.- Lo más probable es que todo ese material ya no exista. Debo haberlo destruido hace veinte años.

P.- ¿Es importante para usted que las películas se vean en una pantalla grande y no en una pantalla de televisión o algo más chico?

R.- Sí. Prefiero que se vean en pantalla grande. Esa es la idea del cine. Ahora, supongo que si usted está sentado en su casa y tiene alta definición y una pantalla de 1.85 de dos metros por tres o algo así, bueno, no hay demasiada diferencia, pero la verdad es que están hechas para una pantalla de cine, con gente que hace cola y habla sobre la película y sale y da su opinión. Es una experiencia social y una experiencia en común. No me gusta que se vean por primera vez en DVD, pero no puedo hacer nada contra eso, porque la cultura avanzó en esa dirección.

P.- ¿Es Scarlett Johansson una especie de alumna suya?

R.- Es una chica muy talentosa. Es muy bella, tremendamente sexy, muy dotada y con un espectro muy amplio. Puede hacer drama, comedia y siempre está fantástica. Es un placer trabajar con ella. Si hay un papel para ella en mi guión, siempre termino llamándola porque la conozco, nos hemos hecho amigos y es muy fácil trabajar con ella y es cumplidora. O sea que si el papel es bueno para ella, la llamaría antes de recurrir a alguna extraña.

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